El judoka holandés Anton Geesink ha fallecido en un hospital de su Utrecht natal a los 76 años de edad. La mayor leyenda del judo europeo, fue el primero que logró interrumpir la racha de victorias japonesas en la categoría Open, que hasta 1961 siempre se habían colgado la medalla de oro.
En 1964, cuando el judo entró en el programa olímpico en los Juegos Olímpicos Tokio volvió a batir a los asiáticos en una memorable final contra Kaminaga delante de 15.000 desolados japoneses.
Su enorme complexión física, dos metros y 145 kilos, y una cabeza aún superior, según cuentan los que le conocieron, le llevaron a alcanzar el Everest del judo mundial. Un año después conquistó de nuevo el título mundial en la máxima categoría. Además, sumó 13 títulos europeos.
Fue uno de los cuatro judokas de la historia que consiguió el décimo dan, el mayor escalón al que puede llegar un judoka, junto a Daigo, Abe y Osawa, los tres nipones.
Se retiró a finales de los 60 para hacerse profesor y fue elegido en 1987 miembro del Comité Olímpico Internacional, asamblea a la que perteneció hasta el día de su muerte.
El COI no informa de las causas del deceso, aunque algunas fuentes apuntan a que Geesink permaneció internado en un hospital de su ciudad natal, Utrecht, durante las últimas semanas por una enfermedad con fatal desenlace.
Texto extraído de: www.marca.com
Imágenes de: www.intjudo.eu
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